La Unión Europea tiene unas normas muy estrictas para vigilar y prevenir las zoonosis y los agentes que las producen. Además, se encarga de investigar los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos y tomar medidas para evitarlos.

En este artículo te explicamos qué son las zoonosis y los agentes zoonóticos transmitidos por alimentos, cómo se vigilan y controlan en Europa y qué puedes hacer tú para protegerte de estas enfermedades.

¿Qué son las zoonosis y los agentes zoonóticos transmitidos por alimentos?

Una zoonosis es una enfermedad o infección que se transmite de los animales al hombre o viceversa. Puede ser causada por bacterias, virus, parásitos u hongos que viven en los animales o en sus productos (carne, leche, huevos…).

Un agente zoonótico es el microorganismo que produce la zoonosis. Algunos ejemplos son:

- La bacteria Salmonella entérica que causa la salmonelosis.

- El parásito Toxoplasma gondii que causa la toxoplasmosis.

- El virus de la gripe aviar que causa la influenza aviar.

Estos agentes pueden pasar a los humanos por distintas vías: por contacto directo con los animales enfermos o sus secreciones; por picaduras de insectos o garrapatas; por inhalación de polvo o aerosoles contaminados; o por ingestión de alimentos contaminados.

Los alimentos son una de las principales fuentes de transmisión de las zoonosis. Por eso es fundamental asegurar su higiene desde el origen hasta el consumo final.

¿Cómo se vigilan y controlan las zoonosis y los agentes zoonóticos transmitidos por alimentos en Europa?

La Unión Europea tiene un sistema común para proteger a sus ciudadanos contra las zoonosis y los agentes productores de zoonosis que se transmiten desde los animales a las personas a través de los alimentos.

Este sistema se basa en tres elementos:

- Determinación del riesgo: consiste en identificar y evaluar los peligros potenciales para la salud pública asociados a las zoonosis y sus agentes1.

- Gestión del riesgo: consiste en establecer medidas preventivas o correctivas para reducir o eliminar el riesgo detectado.

- Comunicación del riesgo: consiste en informar a todas las partes interesadas (autoridades sanitarias, productores, consumidores…) sobre el riesgo existente y las medidas adoptadas.

Para llevar a cabo este sistema se realizan varias acciones:

- Se recogen datos sobre la prevalencia e incidencia de las zoonosis y sus agentes en animales vivos, productos de origen animal y alimentos. Estos datos se envían anualmente a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que elabora informes sobre las fuentes y tendencias de estas enfermedades.

- Se realizan programas de control y erradicación de algunas zoonosis en animales como la brucelosis, la tuberculosis o la salmonelosis. Estos programas incluyen medidas como el diagnóstico, el sacrificio, la vacunación o el tratamiento de los animales afectados o expuestos.

- Se investigan los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos que afectan a las personas. Un brote es un aumento inusual del número de casos de una enfermedad causada por un mismo agente. Cuando se detecta un brote se debe identificar su origen, su alcance y su causa para poder tomar medidas correctivas y evitar que se repita.

¿Qué puedes hacer tú para protegerte de las zoonosis transmitidas por alimentos?

Como consumidor tienes un papel muy importante en la prevención de estas enfermedades. Para ello debes seguir unas normas básicas de higiene alimentaria que te ayudarán a evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocinados; cocinar bien los alimentos; conservarlos adecuadamente; lavarte las manos antes y después de manipularlos; leer bien las etiquetas; comprar productos seguros; respetar la cadena de frío; etc.

También debes estar atento a posibles síntomas como fiebre, diarrea, vómitos o dolor abdominal que puedan indicar una infección alimentaria. Si sospechas que has contraído una zoonosis debes acudir al médico lo antes posible e informarle sobre lo que has comido o bebido recientemente.