Los tratamientos fitosanitarios intentan prevenir o erradicar las plagas y enfermedades que atacan a los árboles para evitar daños irreversibles en éstos y su propagación a otros ejemplares, además de paliar las molestias que ocasionan al ciudadano. Estos tratamientos se basan en el control integrado con los elementos, técnicas y medidas (físicas y de ordenación), que posibiliten prevenir la aparición de las plagas. En determinadas épocas del calendario aparecen especies invasoras en forma de plagas que hacen necesario la pulverizados en las plantas afectadas de los tratamientos fitosanitarios, o su aplicación a modo preventivo.
También existen otros muchos campos a tener en cuenta en este tipo de tratamientos, en nuestros jardines, árboles y plantas. Algunos que a veces nos afectan a nosotros directamente como es el caso de la procesionaria del pino.
Los tratamientos contra la procesionaria del pino evitan daños como la defoliación de los árboles y las urticarias a las personas y animales.
La plaga de la procesionaria del pino consiste en un parasito que vive en zonas pobladas, produce dos efectos: una primera fase donde ataca a los árboles defoliándolos, es muy grave porque llega a zonas urbanas, bosques, urbanizaciones con jardines donde se puede expandir muy rápidamente, llegando al segundo efecto dando pie a alergias e irritaciones personas susceptibles a ello. Una vez llegado al proceso de crisalidación o de transformación de oruga a mariposa, la hembra deposita los huevos alrededor de dos acículas, recubriéndolos con una especie de escamas doradas, formando un canutillo fácil de localizar. Entorno a las 4 ó 5 semanas la procesionaria libera las orugas que sobreviven en sus primeros días de las partes blandas que las recubrían.
Con la llegada de los primeros fríos empiezan a tejer sus grandes bolsones en lugares soleados donde estará protegida la colonia. Una vez finalizado su desarrollo, las orugas desechan los bolsones que les han protegido para dar lugar en los meses de febrero y marzo a la peregrinación por los troncos formando las típicas procesiones en busca de un lugar adecuado para enterrarse y formar el capullo.
Las orugas desde que dejan el huevo hasta que llegan a adultas para formar el capullo pasan por 6 estadios y en todos ellos tienen varias mudas de piel para seguir creciendo. Durante 4 ó 5 meses tiene lugar la crisalidación y en los meses de julio-agosto finalmente emerge la mariposa adulta.