Madrid, mayo 2021.- Desde hace varios años, la presencia en nuestro territorio de ciertas especies de mosquito procedentes de otras geografías se ha convertido en un problema.
Tal es el caso del mosquito tigre, el cual entró en nuestro país en el verano de 2004 procedente desde Asia.
A la llegada y expansión de estas especies, en 2020 hubo que sumar el brote sanitario de COVID-19, con el consiguiente confinamiento y descuido de las labores de prevención del crecimiento de poblaciones, mantenimiento y limpieza de espacios naturales.
Todo ello favoreció el desarrollo y expansión de poblaciones, como el mosquito común o Culex pipiens.
Algo que tuvo consecuencias fatales como la fiebre del Nilo Occidental que decenas de personas contrajeron el verano pasado en Andalucía por la picadura de esta especie, que provocó siete muertes.
Fuentes:
- Confederación de Asociaciones Europeas de Control de Plagas (CEPA)
- ANECPLA
En el caso del mosquito tigre, y según datos de Mosquito Alert, solo en el primer semestre del año pasado su presencia se incrementó en un 70% con respecto a 2018. Y este verano la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) prevé que esta tendencia siga multiplicándose. Tanto de éste, como de todas las especies con presencia en nuestro país.
Las abundantes lluvias de las últimas semanas, sumadas a las templadas temperaturas de esta primavera, están generando el cóctel perfecto para la rápida proliferación de los mosquitos.
En este sentido, desde ANECPLA recuerdan que ahora es el momento idóneo para que desde las Administraciones se refuercen los trabajos de prevención y de control ya que estas óptimas condiciones de humedad y temperatura favorecen que el ciclo de las larvas se complete con mucha más rapidez, siendo precisamente éste el momento en que su control resulta más eficaz.
Los mosquitos, además de ser molestos y causar picaduras, pueden entrañar importantes riesgos para la salud de las personas, por cuanto que son vectores de transmisión de peligrosas enfermedades. Tal es el caso del mosquito tigre, capaz de transmitir hasta 22 tipos de virus diferentes, asociados a enfermedades potencialmente mortales como el virus Zika, el Dengue o el Chikungunya, entre otras. O el Culex pipiens, potencial transmisor de la fiebre del Nilo Occidental. Enfermedades que, si bien hasta hace unos años nos eran completamente ajenas, desgraciadamente cada vez resultan más familiares. De hecho, según el Ministerio de Sanidad, desde 2014 a 2019, periodo en que el mosquito tigre dobló su presencia en nuestro país, España registró más de 1.800 casos de estas tres enfermedades.
En el caso del mosquito común (Culex pipiens) no tenemos que irnos muy lejos en el tiempo para recordar las consecuencias que puede llegar a generar, ya que el verano pasado en Andalucía se registraron decenas de casos de fiebre del Nilo Occidental asociados a la picadura de este mosquito, y a causa de lo cual siete personas fallecieron.
ANECPLA insiste en que la colaboración entre todos los agentes sociales es imprescindible y
hace un llamamiento a activar sistemas de alertas por parte de los organismos públicos, responsables de coordinar los servicios de control de estas plagas, y ofrecer a la población general recursos y recomendaciones para evitar la propagación de estos insectos.
Se recomienda usar repelentes, llevar una correcta higiene corporal evitando que puedan ser atraídos por el sudor y olores fuertes, y poner mosquiteras o usar aparatos eléctricos contra los mosquitos.
Entre otras medias, también se deben tapar los depósitos de agua de uso doméstico para que no entren los mosquitos, evitar acumular basuras y tirarla en bolsas de plástico cerradas, y usar mallas o mosquiteras.
Mantener limpias las canaletas y desagües .
Cambiar el agua de bebederos de animales y limpiarlos cada tres días.
Tapar cualquier hueco susceptible de almacenar agua.
El mosquito se encuentra presente principalmente en nuestras casas o alrededor de ellas, por lo que eliminarlo en sus distintos estadios de crecimiento, es la principal barrera para frenar su proliferación.
Además, es necesario recordar que si se detecta un caso de fiebre chikungunya o de enfermedad por virus zika se debe notificar a la Dirección General de Salud Pública para iniciar una investigación epidemiológica con la finalidad de controlar el caso y evitar alguna posible transmisión autóctona, así como inspecciones entomológicas en las viviendas y alrededores por donde se mueven los afectados, integrando toda la información para coordinar las actuaciones correctoras y las recomendaciones oportunas de tratamientos a los ayuntamientos implicados.
Si ha percibido un problema de este tipo en su propiedad, contar con una buena empresa de desinsectación en Madrid tiene un papel fundamental. Hacer uso de empresas profesionales en el ámbito de la gestión de plagas, supone una gran contribución y beneficio para la sociedad, evitando plagas en nuestras calles o domicilios, salvaguardando la salud pública, los bienes y el medio ambiente.
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